Tuesday, December 27, 2011

recuerdo que me ayudo hacer esta historia...

Tuesday, December 6, 2011

Roberto Jordan y su Primer Amor

Para Ambar (ABRS)


(Esperando)

El sabor del cigarro delta que acababa de comprar estaba especialmente rancio y con un sabor distintivo con muestras de sumos de meados, pero ni modo el vicio es jodido y se necesita que disimular, mas en estos días y en este país. La tarde no esta triste pero no es entusiasmo radiante tampoco. La calle esta llena solo por ser esta parte de la ciudad el lugar de la dis que alegría, en pocas palabra el lugar de focos rojos faldas cortas viejas tripudas vendiendo virginidad chafa. Por veces virginidad adulterada en oferta con meados que parecen ser gillette saliendo del pene del cliente. Alegría no, vicio y costumbre sí, cualquier cosa por olvidar la situación, cualquier cosa por no enfrentar la realidad. El delta ahora si sabia a pura mierda y lo tira al suelo. La tarde se empieza de vestir ya de noche y los cheros aun no llegan.

No estamos hablando como que fuera lejos la sede del partido. Solo unas cuadras. Samuel se vino adelante para echarse el rollo y ver cual chupadero prometía menos amenaza de un balazo o cuchillazo. Roberto y Quique lo iban alcanzar para unos tragos que complementaran los cigarros delta con sabor a otro tipo de meados. Los carros pasaban y hacían el atardecer parecer más noche mas rápido por el humo que dejaban. Desde pequeño Samuel escuchaba que les decían las mujeres alegres, o las mujeres públicas. Publicas estaba de acuerdo, pero alegres era debatible, para el no había tal clasificación, eran las putas, los lugares eran los puteríos. Se reconoce el lugar por las casas tristes con el paso del tiempo, los bolos tirados culo arriba y el distintivo olor a meados añejados. Aquí venían a chupar después de las reuniones del partido por ser barato y por que después de unas dos que tres cualquier tripuda se ve buena para una erección.

Esta tarde la reunión en el partido estuvo buena, la verdad siempre esta buena la reunión, ya que cuando se reúnen hombres hablar mierdas a todo volumen de libertad y justicia se levantan los ánimos. Pero solo en la sede se hace esto. Las cosas no han sido igual desde que mataron a Mario. En ese tiempo se creía mas la platica de cambio y justicia para el pueblo. La sede la deben convertir en un chupadero para no tener que llegar aquí, hablar pajas y chupar. Alucinar y quedan de goma el siguiente día, viven engañados pero viven, solo que en un solo sitio sin tener que llegar donde las putas con olor a pescado sin ser noche de mariscos.

Samuel llega a la conclusión que la libertad y justicia es para los gringos y para los ricos que la pueden comprar. Se pone a dudar de por que va a las reuniones para darse paja, el era realista. Pero aun los realistas necesitan paja para convertirla en esperanza, quizás no toda la vida se tiene que comer mierda, sonreír y llamarlo pan dulce. Se tiene que creer en algo para levantarse en la mañana para vivir un día más. Ahorita el cree en que sus camaradas son unos desconsiderados ya que necesita su dosis de cerveza y mirar mujeres feas convertirse en hermosuras con cada baso que termina. Sin saberlo ha encendido otro delta y la noche ha llegado. Por su mente Samuel piensa como va manipular a sus cheros en comprar las primeras rondas por hacerlo esperar tanto tiempo. Mas en esa calle que cualquier tamarindo se te acerca y “MOCOS” te pone la navaja y ahí van tus pesitos para comprarle su droga al maldito mientras vos estas pidiendo un cerveza gratis y un polvo gratis a las putas. Gratis también te pueden dar una vergueada. O te vas a la cantina y esperas un salivazo, y comes sal de la cantina mezclada con las lágrimas y mocos de los bolos perdidos que llegan a llorarle al cantinero. Aquí también te pueden recetar una vergueada gratis. Vale verga piensa Samuel.

Volviendo su pensamiento a la política concluye además que la política es una farsa, derecha, izquierda, centro, solo son direcciones en como te van a joder al pueblo. Las reuniones entusiasmadas y eléctricas, ahí quedan, en puras palabras. Las amenazas de la derecha de que quien no este con ellos es comunista y que el país será la tumba donde los rojos terminaran son puras pajas. Palabras para inflar egos de cerotes que no les dieron de mamar cuando eran niños. Pensando esto esta Samuel cuando pasa un camión de la guardia nacional. Su miedo lo invade como una violación violenta. No dice nada solo esta pensando en política, pero con solo ver el camión de gorilas que parecen la versión latina de la SS calla sus pensamientos. Capaz que puedan leer mentes estos brutos. Se siente una eternidad pero desaparecen de vista. Milagro que no pararon ahí para recetarle una tastasiada por esquinero. Pasan unos minutos y en el suelo Samuel nota que hay unas cuatro cabuyas. Al fin llegan los amigos y a la noche de escapar la realidad puede empezar, las cervezas y putas feas los convertirán en poetas y artistas en noche de fiesta. Hasta la mañana cuando la realidad este frente a ellos, con una goma mata elefantes y pisa bolos. Pisa bolos por descuidados.

Roberto estaciona su chevrolete más viejo que la gonorrea. Es un carro blanco que recuerda tiempos de prosperidad en estados unidos, aun cuando el indio ni siquiera a huelido la frontera con Guatemala. Roberto estaciona su carro mirando para fuera listo para salir. Tendrá sus razones. La leyenda del carro blanco chevy era que una vez en una su zumba de unos quince días Roberto lo andaba lleno de bolos, hasta en el baúl dicen, y que lleno el tanque de gas a pura cerveza y funciono el carro. DICEN. Samuel empieza a notar la música por primera vez, aunque ya tenia casi una hora de esperar, el MERECUMBE, puta sonaba bien, iba ser una noche de regia, barrilito y pilsener, y con un poco de suerte amanecer en la playa. No seria primera vez, Samuel esperaba que no fuera la ultima, estos escapes y alucinaciones eran lo que lo mantenían lejos de ahorcarse o tomarse unas dos que tres mata ratas. Mientras acomoda el carro Roberto nota la sonrisa en el rostro de él y de Quique. Malditos pedos agrios pasaron por la cantina y empezaron sin el, por eso se tardaron los pendejos. Al momento que estos pensamientos le cruzan por la mente Quique le sonríe y levanta una botella de Smirnoff aun no comenzada. Para mas tarde cuando todo este correcto con el mundo y se necesita la segunda ola de energía para cometer mas pendejadas. Que bonito es vivir a verga, pero solo periódicamente. Vivir a verga por ratos y no todo el tiempo en el pavimento durmiendo abrazado de otro bolo entre meados culo arriba. Dicen que hasta culeros se hacen, HUY, eso si que no piensa Samuel.

-¡Puta, ya era hora malditos!- Les dice Samuel empezando la manipulación para salvar unos cuantos pesos en las primeras rondas de la noche.

-Es que pasamos para agarrar refuerzos para más noche y mientras estábamos en Roma pedimos unos cuantos y Adentro Cojutepeque.- Roberto un prieto con sonrisa de caricatura y una corona que resaltaba en la poca luz de la noche. Ya estaban entrados y Samuel se sentía algo enojado por estar atrasado. Con razón, si estas con otros bolos y no están parejos es decir al mismo nivel es pura mierda. No sentís la felicidad de ellos, y la platica de bolos son puras pendejadas que suenan a poesía solo cuando estas a verga.

-Mira, para que no te sintas mal te podes echar un vergazo del la botella para empezar bien- Quique empezó a buscar la botella en el carro. Pero antes de que la encontrara Samuel le dijo que mejor buscaran mesa y salvar la niña para cuando este perra la situación. La música llena el aire, en la distancia se huele carne asando y se escucha la música de otros chupaderos y putas tirando piropos para ganar el sueldo de la noche. Solo de sudar un ratito, y esperar que hombre sea precoz para que entre el siguiente cliente. Así se pasa rápido la noche, unos tragos, unos en cima, unos abajo, y una bañada. Cualquier cosa para olvidar la realidad. Entran al chupadero e puterío, la noche en la capital, en plena guerra civil con una dictadura que para ellos todos eran comunistas, en pleno conflicto, los de derecha, los de izquierda, los del centro, hasta los guerrilleros se rinden a el guaro y las putas.

Nací en un cantón solo con mi mama ya que mi tata decidió irse a establecer más hogares que a posterior los dejaría. Parece que estaba tratando de fundar una franquicia. Cuando llego la guerra a mi pueblo ya tenía mis días sobre la tierra. Nunca había tenido problemas con otro hombre que no involucraba una mujer o que nos pasáramos de tragos. Tampoco había tenido problema que no se podía resolver con un par de trompones o unas dos patadas para saborear la sangre de uno. La guerra trajo un nuevo pleito al pueblo y no involucraba tragos ni putas, ni nada que se podía arreglar con los puños.

Mi nana siempre me dijo que hay que respetar las autoridades, que era por el bien de los demás. Así lo pensé. Así respete. Nunca había comido pericos yo para ser un indio respondón y por lo tanto no creía que iba a ofender a la autoridad. Pero estos brutos que mandan de la capital, coma mierda. Desde que llegaron: vos sos, vos sos, vos sos, sino te pareces, sino ya estuvo. Todos los hombres del pueblo solo aguantar verga. ¿Y que podíamos hacer? Pegaban con las culatas de los fusiles y si abríamos el hocicó le daban vuelta a esa anímala y después uno bien serio en una caja. El indio tiene que ser vivo y no pendejo. Mejor aguantar por nada que ser recordado con una cruz de madera que habla el nombre de uno porque uno ya esta sin poder abrir la trompa.

Nosotros no éramos católicos. Hace mucho tiempo que el último cura se fue de esta villa. Aquí solo hay cristianos. Dicen que los curas se han puesto de acuerdo con los comunistas. Que tarde o temprano nos van a tener a nosotros comiendo niños. A mi no me consta. Yo veo que es la misma canasta que pasan para recoger pisto. Le dan un pedazo de esa galleta salada pero sin sal, y una copita pequeña con vino. Solo que no tiene guaro. Solo es jugo de uva. Era una decepción para los hombres. Pero por lo menos no nos podían decir que éramos comunistas.

Estos brutos les vale verga. Solo a repartir cachimbiadas les enseñan en el cuartel. Y esto es que dicen que los gringos han venido a enseñarles. ¿A que? No lo se. Pero se ve lo mismo que antes. Siempre es un pobre cristiano pijíado por faltar el respeto.

Un noviembre bien tarde me pase con mi compadrito por la cantina para ver si nos calentábamos las orejas. A mi casi no me gusta ir con él a la cantina, ya que cuando se toma un su cachimbazo se hace larga la noche. Este día andaba de humor, y tenía mis días de no agarrarla. Salimos de la cantina quizás como a las nueve de la noche por que muy tarde íbamos a mantener a Mauricio el cantinero con la venta abierta. Mejor le pido una botella el compadre para llevar. No habíamos caminado mucho cuando nos encontramos con unas sombras que parecían gorilas. Nos recetaron una de respeto. Yo no me acuerdo que los mande a la mierda solo vénganos a tu reino.

Nos llevaron a la delegación. No se si era que estaba mas a vergueado que a verga pero se escuchaba muchas cosas ahí. Cosas de pesadillas. Escuchaba un cristiano que gritaba con un dolor que hacia que mis huevos se encogieran. Primero sacaron al compadre para tomar sus datos. A mi no me tomaron datos. Antes que regresara mi compadre a la celda me habían sacado a mí. A otro cuarto, me rompieron la camisa. Y me pusieron un saco en la cabeza para no ver. Cuando sentí tenía las manos amarradas en mi espalda. Después sentí la primer patada en la espalda. Podía distinguir que era patada por como se sentía la bota. Después sentí en la cara un vergazo. Empecé a toser, y los brutos como que no les gusto mucho eso. Eran más de dos cabrones. Después no me acuerdo de mucho.

Cuando sentí me estaban quitando el saco de la cabeza, y miraba la luz del cuarto donde me habían llevado. La cara la sentía como que se me había inflado. El cuerpo lo sentía pura masa en guacal. El sabor simple medio salado y caliente en mi boca era mi sangre que estaba botando a montones. Sentí que me pusieron un mecate en la nuca. En estos momentos me acorde de mi madrecita y sus palabra de respetar la autoridad. No es tanto respetar la autoridad sino que evitarlos. Yo no había abierto la trompa en ningún momento.

Ahí estaba por un momento escuchando a lo lejos lo que hablaban los cabrones pero no podía distinguir. Es mas solo miraba luz pero no hacia figuras los ojos. Quizás eran solo unos cuantos segundos pero se sentía como horas. Ahí estaba hincado amarrado de las manos. Llorando sangre. Echando dientes. Con una soga en la nuca, y aun hasta este momento no me llego la idea que mi iban a matar. Pero eventualmente llego ese pensamiento. Pero a esta altura por la gran paliza no podía llorar. Se me había olvidado como llorar. En ese momento empezaron a jalarme y para arriba iba yo. No me acuerdo de mucho después de eso. Cuando desperté estaba en el suelo saboreando el concreto mezclado con mi sangre. Podía ver unos des mis dientes en el suelo.

El doctor dijo que no iba a volver a ver con mi ojo derecho. Y no tengo el dinero para pagar unas placas ya que esos brutos me dejaron con solo 4 dientes. Hijos de puta según ellos no se necesitan para mascar tortilla las muelas. No hay que tomar venganza pero uno no es Dios y no es santo, uno es humano y ser humano es resentir y es buscar ajustar cuentas. Nunca vi la cara del hijo de sesenta mil putas que decidió recetarme esa paliza para quedar medio choco, ni que el compadre quede en el panteón. Para mi todos esos perros son la misma mierda y tarde o temprano este ojo bueno que tengo va mirar por este fusil y le va sembrar un plomazo en la cabeza. Voy a ser cristiano porque no van a sufrir tanto.

(Sentados)

La mesera era la típica del centro de la ciudad. Tenia sus buenas partes pero era mas para reciclar que para consumir. Después de unas dos que tres quizás se miraba mejor, pero por ahorita los tres amigos la pusieron en el fondo de la mente para encontrarla cuando la casería seria de lagartija para arriba. Se ordeno la primera ronda de cerveza de barrilito preguntando que había de boca. Siempre las mismas chucherias que el bolo se hartaba después de que su lengua sentía todo como miel. Salchichas fritas, costilla salada, queso duro, pedacitos de pizza, todo en primer momento suena como el contenido de un basurero. Samuel pidió la boca de queso, según una tía de él, el queso absorbía más el liqour y no se emborrachaba tan rápido. El local estaba lo suficiente lleno para que se escuchara el rugido de una muchedumbre sobre la rockola que sonaba de viejos tiempos en discos rayados. En el momento se escuchaba el romance en la voz de Julio Iglesias cantando como se le olvido de vivir. Este era un chupadero para los melancólicos, ya que la música en la rockola inspiraba a tomar mas y recordar mejores tiempos si es que existieron o suicidarse. De las dos formas el chupadero ganaba dinero.

Era un sábado y los obreros les gustaban su cerveza fría acompañada de una sonrisa llena de coronas de las meseras y un poco el tufo a ruda o en su ausencia sobaco. Además de ser un chupadero de melancólicos era un chupadero de obreros, y no de ricos. Los ricos estaban mas arriba en su Zona Rosa con sus cervecitas importadas con una servilleta envuelta. Hablaban de cómo los indios estaban dispuestos a dar la vida por ellos en el ejército mientras sus hijos estrenaban carros deportivos europeos. Los ricos estaban preocupados, también los obreros. Unos por su dinero, los otros por sus vidas y la hartazon de mañana. El guaro siempre curaba para ambos los dolores de cabeza. Escuadrones de la muerte, comunistas encapuchados, viva tu vida momento a momento. Cerveza de buena calidad. La vida social y la política se mezclan de maravilla con el guaro. Poco a poco se llenaba el chupadero pero al fin la mesera llevaba los vasos de cerveza. La noche estaba fresca y había breeza.

-Que verga de reunión. Al fin empezamos a hablar las cosas en concreto.- Quique hace una pausa para jalar el primer trago. –Te digo que estos creen que por matar a uno terminaron con el partido.-

-Puta se te subieron los dos traguitos que nos zampamos. Ya estas hablando mierdas.- Roberto medio sonríe pero se le ve en los ojos el miedo que alguien escucho.

-Mira por favor hablen un poco mas duro no creo que el estado mayor les escucho para que vengan y nos corten los huevos y los zampen en nuestras bocas. Espérenme que quiero alcanzarlos para no tener miedo de hablar semejante pendejada.

-Mira Samuel no tenes unas monedas quiero escuchar algo de los Angeles negros y no traigo suelto.- Quique se empieza a levantar terminando su primer vaso de cerveza. En esos momentos llega la mesera. –Mira mi amor tráenos otras tres o mejor tráenos una jarra.- La mesera deja otros vasos en la mesa del lado recoge otros pedidos. Quique esta en la rockola mirando los discos y sus números.

-Este hijo de puta no puede hablar más mierdas porque no tiene dos culos. Pero la reunión si estuvo buena. Si la gente no tiene miedo, en las próximas les quitamos el parlamento.- Roberto mira a su alrededor, no por miedo pero ahora por lujuria. Samuel ya sabe como es Roberto, media vez se siente cómodo y a buscar nalgas. Era hombre casado y con hijos, pero cada hombre tiene sus faltas. No era mal esposo aparte de las damas, y no era mal padre. Cuando tenia 17 años su padre y el fueron acusados de subversivos por la guardia nacional en el pueblo donde nació y creció. Esos brutos les recetaron una paliza de respeto. Su padre perdió sus muelas y Roberto perdió el sonido en su oreja derecha. Y eso fue el principio. Los metieron en las bartolinas del pueblo chorreando de sangre y más muertos que vivos. A media noche los sacaron y los tiran a un camión de la guardia y se los llevan para la capital. Al castillo donde muchos han llegado a quedarse como abono para el jardín. Por milagro de Dios un teniente que era familia los saco. Sin dinero, sin zapatos, y doliendo a mujer recién parida.

-Ya va tocar- se sienta Quique observando la mesa buscando su segunda cerveza. Samuel ya terminaba su vaso y encendía un Delta. Ya el sabor no era tan mal, la cerveza le cubría con su sabor. Samuel tomo ejemplo de Roberto y empezó a mirar los prospectos. Nada hasta ahorita o la cerveza no había tomado efecto aun. Levanta un pedazo de queso y lo saborea. Se recuerda de sus días en su propio pueblo cuando el queso tenía sabor al cariño de su mama con unos frijolitos y no a amargura de la vida mezclada con cerveza barata y penas caras. Hace mucho tiempo que Samuel dejo de mirar la televisión, ya no le creía ya no ponía sus esperanzas en programas que en la vida real dejaba desilusión. Prefería comerse la realidad con toda su amargura.

-No hay nada nuevo bajo el sol. La reunión de hoy será superada por la de la próxima semana. Y la próxima. Siempre hablando mierdas que no se van a llevar acabo. Castillos en el aire que son muy caros para pagar. Estoy perdiendo la fe.- En ese momento llega la mesera con la segunda ronda y otros pedazos de queso.

-¿Y para que llegas cada semana? Acaso es terapia para vos o que putas pensas? Roberto suena un poco molesto.

-No se, quizás estoy esperando un milagro, estoy esperando que Dios se haga presente. Quique sabe mejor que meterse en este problema y toma un poco de queso y levanta su vaso mirando a su alrededor.

-Para nosotros Dios no se hace presente eso solo pasa en el escalón. Acostúmbrate. Aquí aunque sea con palabras pero nosotros tenemos que hacer las cosas pasar.

(En el fondo de las mentes de los borrachos enojados por no estar a verga)

Puta, para que nací en un país donde es pasatiempo cortarle la cabeza a un indio. Guardias hijos de puta caminan como que son mas que los demás. Malditos mal paridos, cerotes mal cagados, bastardos que mejor hubiesen sido un pedo de la nana en vez de una vida. Nacidos en mierda, y se creen de descendencia de españoles. A lo más que llegan es a ser, son descendientes de los mismos perros que traeron los españoles. A saber que se creen estos malditos. Tarde o temprano van a ver cuando los indios empiecen a tomar cabezas.

Que cara esta la cerveza estos días, es más y más difícil para ver estas putas como hermosas, es difícil olvidar la realidad que soy albañil y alucinar que soy un galán de las novelas de que mira mi mujer. Puta en vez de gastar en cerveza tras cerveza mejor voy al campo y me harto un hongo de mierda de vaca y puedo ver cosas que solo se ven en las caricaturas. Cada día se hace mas difícil ser alcohólico y aguantar la vida mirando en la tele los chelitos del partido en el gobierno como es que viven como en Beverly Hills y nosotros color de mierda vivimos como en el África. No se si en el África hay putas como estas. Dos mundos en el mismo país mierda. Quizás es hora de pasarnos a diesel. Muy cara la suprema, que nos salve el TIC TAC. TIC TAC hasta que me parezca gringo, y una de estas putas parezca una venezolana.

-Puta estas a verga. Si Dios no se hace presente para nosotros y solo para los del escalón por que no cambiamos el nombre del partido. Si Dios no tiene lugar para los pobres o el pueblo, no debemos llamarnos democracia cristiana.- Roberto mira a Samuel sin tener con que ganar el argumento. Mejor busca empinarse su vaso.

La conversación toma un nuevo giro y se olvidan de la política por el momento. Mejor es no mezclar debate de política cuando estas tratando de sentirte en cualquier lugar menos en tu propia situación. Mejor hablar de cosas que no pasan, de más jodarrias, de mujeres buenas y fáciles. Las vergueras son valuables, y por que desperdiciar el buen sentimiento que te da el alcohol antes que cobra sus dividendos con gomas que ponen a cualquier vergonazo a mamar. Escuchar la música, y tomar la cervecita mientras esta fría. Gastar pisto para hacer castillos en el aire y después mearlo en la calle o vomitarlo con el almuerzo después de que no te acordas tu propio nombre.

Para los maestros del engaño… les decimos que el pueblo salvadoreño no esta ciego. Señores de la democracia cristiana no sigan envenenando las mentes de este pueblo trabajador. Pueblo salvadoreño no se engañen por las apariencias… son como sandias… democracia cristiana verde por fuera…Moscú comunista rojo por dentro…Comunistas criminales con instintos de animales, han matado, han violado nuestro país han arruinado… ¡PATRIA SI COMUNISMO NO!

(Entrando por la puerta)

Estos dos sujetos no necesitan introducción, uno rapado con sus rayban puestos a pesar que esta oscuro afuera. Es obvio que no son obreros o por lo menos no trabajan en la corta de café. El otro es un típico indio tratando de hacerse pasar por oligarca, tiene buena ropa pero no le queda bien. Se nota que esta borracho pero aun coordina. No necesitan introducción ya que andan buscando presa para la noche. El Salvador será la tumba donde los rojos, los verdes, los indios, los curas, las monjas, los católicos, los humanos se terminaran. Roberto los ve primero mientras toman un panorama del lugar. Roberto mira hacia su cinturas y sabe que no son de por aquí ya que el revolver en el indio perdido en la política y la escuadra del calvo con los rayban le indica que son entrenados por asesores gringos con las siglas de CIA. La ecuación es simple: machitos militares en disfraz de civil mas tres pendejos medio a verga del partido demócrata cristiano es igual a un para de cadáveres sin cabeza hediendo con moscas en el Playón.

Roberto no habla, pero le hace entender con su mirada a Quique y a Samuel que es lo que acaba de entrar por la puerta. Se pasa por la garganta su dedo gordo y mira hacia la puerta. Uno por uno Samuel y Quique se dan vuelta y confirman. Es en este momento que empieza a tocar la canción de Los Ángeles Negros que había marcado Quique en la rockola. La canción era apropiada para unos hombres que estaban en la sombra de la muerte casi hueliendo sus propios cadáveres sin cabezas. La canción empieza con una melodía sutil y oscura, para, y las primeras palabras salen. La canción es Como Quisiera Decirte. Los tres hombres se miran uno a otro alrededor de la mesa y piensan en otras personas no presentes. A este momento los tres son los únicos seres queridos que tienen cada uno, ya que después de aquí, de este chupadero, de esta verguera no hay nada. No existe el mundo fuera de este lugar. Una vez mas Roberto mira y los matones los han localizado y hace su camino hacia el bar que esta de tras de la mesa de los tres amigos.

Mi padre no era más que un campesino que tuvo que dejar sus tierras para venirse a vivir a la capital. Tuvo que aprender a ser otras cosas, reeducarse para sobrevivir aquí. No había donde sembrar maíz o frijoles o miacio. No sirvió lo que aprendió de mi abuelo, no sirvió lo que mi abuelo trabajo para darles a sus hijos. Al principio me decía que estaba gastando mi tiempo con las charlas que atendía. Es mas me decía que estaba poniendo en peligro a nuestra familia por que iban a decir que éramos comunistas. Comunistas; la palabra la decía mi viejo como que el entendía lo que era. Mi viejo no podía leer ni escribir y no le molestaba esto, ni le molestaba que solo con caytes andaba toda su vida aun después de llegar a San Salvador.

Mi hermano siempre era un gran lobo. No había caperucita que se le escapara. Me imagino que por parte de su vida las cosas eran fáciles. El hecho de enamorar a las cipotas no era cosas exclusivas de ricos, por lo menos en ese entonces. Las hembras siempre lo seguían, y el lo aprovechaba. Yo en cambio nací resentido. Por ser pobre, por tener un tata que me ahuevaba a cada rato por no ser como el, por las mierdas y cagadales de los guardias hijos de sesenta mil putas. En la colonia no había mucho crimen, pero cuando estaban aburridos esos perros llegaban para levantarse el ánimo casi matando a cualquier cristiano a culatazos.

De repente mi hermano cambio. No se por que. Sus razones tuvo. Me dijo que lo acompañara a una reunión. Cuando le pregunte de que era la reunión me dijo que no preguntara tanta mierda y si lo iba acompañar o no. Lo acompañe. Cuando llegamos, era una casa abandonada en el rincón de la colonia. Huelia a meados y mierda. Los bolos la usaban. Habian candelas y habían unos cuantos otros ahí. Chavos de la colonia que conocía de vista por la mayoría y uno que dos que les recete un poco de la ultra violencia en el pasado y ellos hicieron lo mismo con migo. Eran como las 9 de la noche, y esperaba que al salir no nos encontrarnos con los perros. De repente se vieron unas sombras que llegaban. Entraron tres hombres y una mujer. Dos de los hombres traían pistolas visibles una vez que entraron donde estaba la luz. La mujer y el otro hombre sin nada más que unos papeles. Todos tenían un pañuelo sobre la cara. Eran de la nacional me imagino por que estaban algo joven. Los papeles eran volantes para pegar en los postes de la colonia. También traeron una botella. Era la primera vez que de verdad tome guaro. Nos enseñaron unas canciones de protestas.

Fue divertida esa noche e interesante. No mucho después de eso mataron a mi hermano. Guardias hijos de perra. Cuando los rojos se dieron cuenta me hablaron para ver si me quería ajustar cuentas con el guardia hijo de puta. Tenía miedo, no pude. Yo amaba mucho a mi hermano, es decir me llevaba mucho con el, cuando me miraba enojado por cualquier razón siempre me decía una pendejada para hacerme reír. Mi enojo no era su problema pero se preocupo por mí. Su muerte si era mi problema y no tenia los huevos para vengarme. Esto fue el principio de el guaro y la política para mi. No puedo matar como los guerrilleros pero no me puedo quedar callado y por eso me uní a la democracia cristiana.

Los corazones saltaban de sus pechos y sentían la mirada de los matones a sueldo del gobierno. Los tres quisieran hablar pero estaban paralizados ya que no podían decir su plan para engañar los matones y salvarse sus vidas. En ese momento Quique fue presa del pánico y se levanto.

-Tengo que ir a mear. Ya vuelvo.- Samuel y Roberto solo se miraron de tras de sus vasos de cerveza. Samuel que tenia la vista mas clara de los matones le movió los ojos a Roberto hacia el bar y empezó a sacar su dinero. Roberto entendió que era de pagar la cuenta. Si iban a morir aquí iban a morir solventes. Roberto tomo el dinero de Samuel y se levanto para ir a la caja y cancelar. Esto dejo a Samuel a solas con lo último de la jara de cerveza. Lo único era que estaba a más de la mitad. Cuando Samuel pasó la mirada hacia donde estaban los matones miro solo uno de ellos. Puta que pendejo es este Quique hijo de ramera barata. Maldito complico las cosas más de lo que ya estaban. Se tuvieron que mantener juntos. Solo el calvo quedaba en el bar. Sus rayban le daban el sabor a un ex indio que le ha llegado unos cuantos billetes. A los indios les gustan las cosas brillosas. El calvo dirigía su vista hacia la mesa. Tenía 5 cervezas a su lado. Agarro 3 de ellas y se dirigió hacia la mesa.

En la caja Roberto pagaba las rondas. Miraba disimuladamente a su alrededor. El indio perdido en política estaba afuera de la puerta del baño esperando que no se escapara Quique. Miraba a su alrededor para ver la escapada. Hizo su camino hacia la mesa después de recibir su vuelto. Sentía sus pies mas pesados que en una borrachera normal. Pero era el miedo. El miedo paraliza, el miedo hace que te cagues. Se paro Roberto en frente de la mesa y con todo su esfuerzo saco sus palabras. A su vez llega el matón calvo con las tres cervezas.

-Vamonos Samuel sino la vieja se va encabronar conmigo. Además ya gaste mas pisto que tengo.- Roberto siente la presencia del matón. –Y Quique ¿no ha vuelto?

-Puta se van y yo que les iba invitar a una ronda.- El calvo se sienta en la mesa. Cuando esta sentado Samuel y se esta parando y Roberto mira hacia afuera. –Se sientan o aquí quedan, se sientan que vamos a platicar. -

Roberto y Samuel se sientan. El calvo les reparte una cerveza cada uno. Nada de barril, eran cervezas en botella. El calvo se ajustaba en su asiento para mirarlos mejor. En este momento el mundo a su alrededor se sentía aun mas lejos que nunca. Ni una mesera se atravesaba o bolo pasaba. Ahora no era el chupadero, lo único que importaba era lo que pasaba en esta mesa, lo único que importaba eran las balas en la cromada 9 milímetro Jericó que tenia el calvo.

-Que dicen si vamos a dar un aventón a la playa con mi compadre. Conozco un lugar que hacen una verga de sopón y las bichas ahí están socaditas. El calvo da una mirada sínica y toma un trago de su botella.

-Nosotros ya nos íbamos. Hay que descansar hemos tenido un día largo.- Roberto mira al calvo con visible miedo y ganas de esquivar la confrontación.

-Si no nos vamos a tardar. Los tengo aquí antes de las 3 de la mañana.- El calvo tomo un tono levemente mas serio. Si…pensaba Samuel, nos va tener aquí antes de las 3 de la mañana pero en medicina legal como torso sin cabezas. Samuel se sorprendía que no era tanto el miedo sino que la ira que lo tenía atrapado. La cosa buena era que no había enloquecido con la ira sino ya estuvieran muertos. Mucha ira pudo tener pero nada que un plomazo no podía callar. Estos hijos de puta, pensaba Samuel, siempre con sus pistolas. Culeros que no pueden aguantar una pijieada a lo hombre. Culeros.

-No gracias- le decía Roberto al calvo. El calvo se da vuelta a Samuel quien lo esta mirando con cara de pasividad. No tiene ganas de conflicto pero no tiene miedo. Ira es lo que tiene. Samuel saca un Delta y lo enciende.

-¿Tenes algo que queres decir chero?- le pregunta el calvo a Samuel.

-No- le responde Samuel sin dejar de verlo.

-Me imagino que su día fue uno largo y cansado, hablando tanta mierda en la sede del partido.- El calvo toma pausa para tomar otro trago. Ahora la cosa se estaba concretizando aun más. Ya no anda con tanta paja. Todavía daba miedo pero ahora estábamos hablando mas claro.

-Nosotros tenemos que irnos, ya no tenemos mas dinero para gastar.- Roberto omite el comentario y trata que las cosas sean mas pacíficos.

-Si donde los voy a llevar no necesitan pisto, ¿que no los estoy invitando pues?

-Yo se quienes son- dice Samuel entre sus labios. La ira poco a poco se esta tomando control en un acto que Samuel va perder el control. El calvo le vuelve la vista a Samuel. Se sienta recto y pone la botella en la mesa y se quita los rayban.

-Te pregunte si tenías algo que decir cerote. ¿Por que no respondiste cuando te pregunte?- El estaba buscando el pretexto para tomar la actitud de autoridad en este caso.

-Por que no soy un recluta y yo hablo cuando me da la gana.- Samuel le responde. Roberto es color moreno pero mas pálido no se pudo poner en este momento. Rápidamente le quita la atención al matón de Samuel.

-¿Adonde vamos a ir?- le pregunta Roberto.

-A un viaje de muerte.- Le responde Samuel. Ahora estaba como papel Roberto tratando de mantener la atención del matón. El matón se da vuelta y se acerca a Samuel.

-Yo se quienes son ustedes. Que lastima lo que le paso a Mario. Es hijo de puta creía que ya era Moisés a punto de librar a estos indios con toda esa platica de comunista disfrazada de democracia. Ustedes son una mierda que a mi me pagan para limpiar, malditos resentidos sociales, los ricos están contados y ustedes a la fuerza quieren que les den todo. Huevones que no trabajan. Ustedes solo sirven para agitar la gente cuando es mejor tener indios dóciles. Malditos mal….

-Y yo se quienes son ustedes cerote mal cagado.- Samuel se le acerca al calvo. La ira ya con total control de Samuel que en cualquiera otro momento no hubiese hecho esto. – Indio engañado, solo por codearte con ricos crees que sos uno de ellos. Sos un perro esperando que se les caiga algo de la mesa para que te la den pendejo. No sos uno de ellos, nunca serás uno de ellos. Nunca te sentaras en la mesa con ellos como un igual, a lo mas que serás sos el perro guardián de ellos limpiando su mierda. Un cholero, solo de eso trabajas, solo eso aspiras, solo eso serás maldito. Un indio que por tener un par de billetes ya se cree como su amo. Sos la misma mierda que colón encontró al llegar aquí: un indio dispuesto a vender su patria por espejos. Para ustedes los pobres son indios. Los subversivos solo son un vergo de espaldas corriendo en la calle para que saquen sus fusiles y disparen. Si me vas a matar pendejo no va ser con sumisión. - Samuel se le queda mirando en la cara al matón que esta hirviendo de ira. Se acomoda en su respaldo el matón y se calma.

-Terminen sus cervezas y después nos vamos.- Roberto mira cuando el calvo a movido su mano hacia su escuadra. Roberto esta pálido y no cree lo que acaba de pasar. Mira hacia Samuel quien es esta empinando la botella y mira a su alrededor pálido como papel bon. A este momento las líneas de oración en el cielo están algo congestionadas ya que Roberto esta bajando cada santo que su mente media ebria puede acordarse.

(El otro lado del salón)

La mujer sentada con los 4 hombres en el otro lado de donde Roberto estaba reencontrando su fe no era camarera, mucho menos una prostituta que acostumbran llegar a estos lugares. Era una mujer casada, pero con ninguno de los hombres en la mesa que comparten con ella. Esta es una situación que parece tan inocente como cualquier esposa borracha e infiel. Pero lo que no sabe esta mujer es que su esposo que era un hombre considerado, amable, cariñoso, y por que no decirlo un poco sumiso; desde años anda arrastrando un maletazo de problemas de la cabeza que lo atormentan y lo frustran.

La mujer le gusta echarse sus tragos y también sus damos. Su madre le dijo que no se casara con un hombre machista ya que solo aguantando verga la iba a pasar. Por eso se busco uno mansito. Mas de una vez el la había encontrado con hombres y no es que no se enojo pero no era nada que una buena actuación y unas promesas vacías no arreglaran. La onda con la mujer era basilar. No era otra cosa ella le gustaba chupar. La cerveza había sido amable con ella, la pasaba bien y parecía que no se desaparecía su belleza. Es decir no desarrollo tripa a base de Regia. Tenia la figura como siempre. Las gomas habían empezado a molestarla pero no era nada que no podía aguantar. Hombre no es el que no se deja sino el que la aguanta. Bueno así decía.

Los hombres con ella se estaban rifando quien se la iba a llevar esta noche al motel. Sabían que estaba casada y por eso era más atractiva. En cada hombre existe esa maldad de quitarle lo que le pertenece a otro. La cara de mujer después de unas cervezas estaba llena con deseos de sexo. En estos momentos no se acordaba de su niña que tenía ni mucho menos de su esposo. Lo que importaba en este momento era ella. Las ideas pasaban que su mama tenía razón con lo de los machistas pero ella deseaba un hombre galán, alto, guapo pero que no la trate mal. Hoy en día ella sabia que esto casi no se encontraba. Lo que se encontraba con esas calidades costaba caro en palizas y traiciones. Mejor ella iba ser la que abusaba y no la abusada.

Por el momento ella tenia que mirar los 4 prospectos que estaban a su alrededor. Ninguno era lo que ella en realidad deseaba. Pero para eso eran las cervezas. Se tomaba unas cuantas y calificaba. Miraba para juzgar cual se miraba mejor borracha. Al fin de la noche tenia que haber un ganador, claro estaba que no se iba acostar con los 4, no era así ella. Por lo menos aun no. A estas alturas de la verguera no había mucha distinción, los cuarto se iban a los penaltis. Mejor era alzar unas dos que tres más para superar los gustos y bajar las expectativas. De todos modos cualquiera de los 4 era mejor de lo que tenía en la casa. No en calidad de físico, pero en calidad de hombre. En la casa tenia una sirvienta sumisa en cuerpo de hombre. Por lo menos así lo pensaba.

(Desde afuera)

No puedo creer esta pendeja. No eso si lo creo. Lo que no creo es que tan pendejo eh sido yo por creerlo. No considera ni mierda. Voy a esperarla. A ver que putas va hacer. Las mujeres son la misma mierda. Mi nana era la misma mierda. Por el pendejo de mi tata tuve que aguantar tantas mierdas. Hijo de puta más cobarde que no se quedo con nosotros. Solo pensó en el mismo. Maldito si te encuentro un día te voy a dar algo que no podas entender. Te voy a dar todo mi odio en forma material que podas sentir, vos también me las vas a pagar. Es mas hay un vergo de hijos de puta que me las deben. Pero por ahorita hay que empezar con la maldita que me juro amarme para siempre. Con esta empiezo.

Maldita nana que tuve. Solo aguantando todos los maridos hijos de puta que traía a la casa yo. Era solo de aguantar verga. Si un hijo de puta le robaba dinero a mi me tocaba pagar los platos. Si un hijo de puta le montaba verga, yo no comía por unos días. Como que yo era el que tenía la culpa. Cuando un hijo de puta la dejaba por otra ella se ponía a verga y yo aguantaba la ira de sus vergueras. Hasta tuve que aguantar a un hijo de puta pedrastra que ella había llevado a la casa en calidad de marido. Después de una mierda así uno no es igual, uno no queda bien. Hay que cobrar.

Creía que podía vivir en paz con estas mierdas. Y cuando una cipota, la más hermosa que había visto en mi vida me enseño cariño yo decía que iba encontrar paz. El día que le pedí que se casar estaba tan nervioso. No era por decir algo tonto sino que me dijera no. No creo que podía aceptar el rechazo. Pero no me dijo que no. Me dijo que si. Por un tiempo parecía que todo iba estar bien. No tenia que vivir con resentimientos contra mi nana. Pero después empezaron las mierdas. Primero con un cerote medio chaparro con complejo de napoleón. Me dijo que solo era un amigo. Le creo. Ya que no me consta que era mas que una amistad. Después la vi de manos con un maldito en el centro. Baboso joven con cara de mujeriego. Mi peor pesadilla se había realizado, me había casado con mi madre. Varias personas me han dicho que la han visto salir del oso. Maldita. Malditos los hijos de puta que me lo dijeron. Yo se que me hacen burla a mis espaldas por ser tan callado y sumiso. Puta todo esto es culpa mía, por dejarme. Pero eso va cambiar.

Esto empezó a cambiar desde que pase un día por la tienda donde venden armas. Ahí me enamore. Y no de la india que estaba en el mostrador. Era perfecta. Era brillante, cromada, con un mango de hule. .38 revolver. Perfecta. Cuando pregunte el precio me decidí casarme con ella. Una vez que la tuve en mis manos ya no sentía el temor de siempre. Ahora podía cobrar. Ahora podía hacer las cosas cabales. Yo y mi nuevo amor. Solo faltaba una noche como esta y unos cilindros y una media de muñeco. Primero esta ramera que dice ser mi esposa, después mi nana, después mi tata, después…no se. Después no me importa. Hay voy a ir caminando y ajustando. Lo que necesitamos ahorita es otro traguito y quizás un cigarro. Nunca e fumado pero me siento como que es necesario. Con esta empiezo, pero antes un cigarro y un trago.

(Fin de la velada)

La rockola tomo su tiempo pero encontró el próximo disco que marcar. La guitarra gitana comienza con una melodía rápida y luego la voz de Camilo Sesto empieza a enamorar la memoria de una linda mujer desplazada por la situación de su país o tierra, su nombre seria Melina. La noche se manifestaba como cualquier otra en un país lleno de falta de valores, donde el liqour había reemplazado a la fe y realidad, donde para los que saben vivirla la vivirán haciendo mal.

Samuel estaba harto de su puta vida como lo decía en sus propias palabras. Solía decir que el no podía vivir como hombre por lo tanto la muerte siempre lo reconoce como tal, sin importar como vivió. Empino su cerveza que tenia un sabor exageradamente bueno, como la mejor cerveza que sus labios han conocido. Su miedo no existía. Su ira se iba. Su paz al fin llego, por enfrentar su destino y abrazarlo con lujuria, amor y sin reservas. Se sentía bien dejar el molde de indio temeroso y ser, aunque sea por sus últimas par de horas, un hombre como cualquiera. Como nació y como iba a morir.

Roberto termino sus plegarias y se quedo mirando el suelo y de reojo miraba la mano del calvo. Tenía miedo. No pensaba en Quique, solo en lo que le esperaba una vez se levantaba de esta mesa. Miraba las botellas, la de él aun sin un trago tomado. Nunca pensó que así iba terminar por pensar, por ideas. Ni pensó que esa noche iba ser su último trago. Que amargo resulto ser. Igual que la primera vez que se empino una botella de guaro. Si la última vez con su viejo no lo mataron, esta vez estaba difícil que alguien lo salvara.

Mientras las ultimas ideas pasaban por las mentes de los hombres, nadie noto que entra por la puerta un hombre que se ve fuera de lugar, fuera de la alegría aunque sea ficticia pero ni eso tenia. Entra y mira a su alrededor. En el aire Camilo Sesto grita de ojos grises…alza tus manos hacia Dios…el hombre toma el ritmo de la canción y empieza a cantar. Se dirige al bar que esta detrás de la mesa de Roberto y Samuel.

–Dame una pilsener.- le dice a la mujer en el mostrador. Se la sirve y con gusto de sexo el hombre se la empina. Mira hacia el otro lado del salón. Ya sabe para donde se va dirigir. Pero primero un último cigarro. Enciende un delta y medio tose por que es vicio que es aprendiz. Termina la canción en la rockola. No hay sonido de la rockola. No hay más canciones que pidieron. En un momento empezara a tocar una canción al azar para incentivar un bolo con monedas que le hacen estorbo en la bolsa.

El hombre se empina una última vez la cerveza y la pone en el mostrador con peso de su mano. El sonido agarra la atención de algunos cerca de ahí incluyendo al calvo. El hombre con camisa de vestir por fuera se dio vuelta. En la rockola comenzó la melodía de violines y la voz de Roberto Jordán empezaba su ofrenda de sentimientos al amor de estudiante. El hombre empezó a caminar hacia la mesa con la mujer y los 4 hombres. Su mano haciendo camino a su cintura donde su nuevo amor viajaba lista para probar su amor a su amo.

La mujer se empinaba un vaso de cerveza ni noto la figura que hacia su camino hacia la mesa. Entre el humo de cigarros y los alientos a pilsener ella buscaba su candidato de lujuria y poco a poco miro la cara saltar de la oscuridad y el humo. Una cara que mil veces la había visto con puro y completo amor ahora estaba en frente de ella sin piedad y sin miedo a perderla. ¿Como iba apaciguar a su tontito esta vez? ¿Se podía hacer tal cosa esta vez? Era el pero no era el como lo recuerda y como lo dejo esta mañana. Su blusa estaba abierta un poco mas de lo que lo había permitido en frente de el. Sus senos resaltaban. Y ahora las emociones la abandonaban a ella y estaba confundida, tenía miedo y tenia remordimiento. Pero lo que le salio era una pequeña risa de niña mala que la agarran con las manos en la masa.

…Es otoño, los amantes ya se fueron…las hojas de los árboles cubren el campo… sus voces amorosas ya no se escuchan…el verano ya se fue…mi amor de verano… mi primer amor… amor de estudiante… ya se termino…vendrán otros veranos…vendrán otros amores… pero siempre en mi ser vivirá… mi amor de verano mi primer amor…

El hombre se quedo parado mirando la mujer que juro amar en riqueza y en pobreza, para bien, para mal. Las lagrimas empezaban a acumularse pero para esta hora empezaron a ser detenidas por los sentimientos que se encontraban en su mano con la revolver calibre .38 cromada que lentamente se iba alzando. Los 4 hombres en la mesa empezaron hacer su escape y la mujer se quedaba en su puesto. Sus ojos encadenados a los ojos del hombre con la pistola en su mano. El martillo de la pistola le pega a la bala y los senos medio visibles de la mujer explotaban con una lluvia de chispas de sangre. Una y otra vez los disparos alumbraban el salón oscuro mientras el hombre hacia cara de odio y la mujer bailaba con los impactos en su pecho y la sangre bañaba los alrededores. En el fin se quedo el mismo oscuro y la mujer se quedo mirando los ojos de el hombre que la mato y quien ella había jurado amar. El hombre tomo su arma se dio vuelta en el caos que se había armado y empezó su éxodo por donde entro.

…Mi primer amor…

Los balazos hicieron saltar a Roberto que solo miraba la botella en frente de él. No sabia que estaba pasando y por un segundo muy cortó pensó que quizás estaba muerto o herido. Miro a su lado y miro que el calvo estaba sacando su pistola y mirando hacia un hombre parado y de donde la muchedumbre estaba corriendo. Los gritos eran tangibles y hacían los pelos de la espalda levantarse. Samuel estaba parado y con instinto Roberto tomo la cerveza llena que tenia en frente con su mano de modo alrevez. El calvo no vio la botella que termino explotando en la espalda de su cabeza abriendo una fuga de sangre. Roberto en ese momento agarro la segunda botella de donde el calvo estaba tomando y se aseguro el sueño que el matón iba a tener. El calvo callo al suelo medio conciente aun. Roberto tomo la botella de Samuel y abrió camino hacia el baño donde Quique había estado cagando grueso sin duda.

-¡VENITE!- le grito Roberto a Samuel sin miedo que el calvo se iba a levantar. Samuel se bajo al suelo y le dio vuelta al calvo y le quito la escuadra quitándole el cargador. Saco la bala que estaba en la recamara. Y aventó el cargador y la bala al caos que se había armado. Tomo la pistola y empezó a descargar la ira dentro de el. Una y otra vez golpeando el rostro del calvo. De seguro le quito un par de dientes.

Camino al baño Roberto miraba entre el caos y con tiempo encontró al indio perdido en la política. El indio escuadrón de la muerte estaba mirando hacia donde venia un hombre caminando acomodándose su revolver en su cintura. Eso fue lo último que vio ya que Roberto sembró la botella de cerveza que era de Samuel en la cabeza del matón. Callo al suelo sin incidente más. El hombre con camisa de vestir por fuera camino mirando brevemente a Roberto quien lo miro también. Después el hombre con el revolver en su cintura desapareció en el caos y la noche.

Roberto tomo impulso cuando le dio una patada a la puerta del baño y vio a Quique sorprendido por la bulla y el susto de la puerta abriéndose tan abruptamente. Roberto lo miro por un segundo como regaño por dejarlos. Lo tomo del pelo y lo jalo.

-¡CAMINA PEDAZO DE CULERO MAL PARIDO, QUE NOS VAMOS A LA MIERDA!- Le grito Roberto mientras lo jalaba buscando a Samuel. Samuel estaba todavía por la mesa. No podía ver muy bien ya que estaba como arrodillado. Roberto pensó lo peor creia que había recibido un impacto o un cuchillazo. Camino hacia la mesa para luego buscar la salida.

Samuel le estaba sacando mas sangre de la cara al matón que a estas alturas estaba bastante inconciente. Una y otra vez le pegaba con el culo de la pistola en el rostro. Solo que casi no se miraba el rostro por toda la sangre. Quique y Roberto le agarran un brazo cada uno gritándole para que despierte del sueño de ira loca en que estaba.

-¡Samuel! ¡Ya deja esa mierda los quílios ya van a venir y si nos encuentran aquí nos va llevar putas! Quique le grita y peleando con Samuel y su fuerza irosa.

-¿QUERES IR A UN AVENTON HIJO DE TU PUTA MADRE? DECIME COMO SE SIENTE AHÍ HIJO DE PUTA, COMO SE SIENTE EN ESE LUGAR DONDE ESTAS. ¿TENES MIEDO MALDITO?, ¡AHÍ NO ESTA TU PISTOLA PARA SALVARTE PERRO! ¡AHÍ NO ESTA TU QUERIDO MAYOR CULERO DE MIERDA! AHÍ SOLO ESTA LA MUERTE Y EL DIABLO QUE TE ESPERA CON EL INFIERNO MALDITO. ¿¡ COMO SE SIENTE!? . ¿¡ COMO SE SIENTE!? ¡HIJO DE PERRA ESPERO QUE TE HAGAS NIDO DE GUSANO EN EL INFIERNO!- Samuel le grita con la pasión de un hombre loco. A sus lados Roberto y Quique pelean con el para controlarlo y hacer su escape. Samuel le tira una escupida al calvo que esta en el suelo y le cae donde estaba el rostro. En realidad el matón no aguanto los golpes de ira. Estaba muerto. Al fin domaron a Samuel y hicieron camino hacia el chevrolet viejo de Roberto.

(Afuera)

Los tres amigos se metieron al carro en seguida. Roberto tomo las llaves y lo encendió. Con un rugido de un león viejo pero aun vivo y muy orgulloso el carro cobro vida. Gritaron las llantas y el camino se abrió. En la avenida se vio que iban en camino la policía. Ninguno dijo nada estaban callados. Todo el ruido era hecho por el motor y los corazones de cada uno que no paraban de latir con odio. Roberto manejando Quique a su lado y Samuel atrás. Samuel miraba la noche de San Salvador. Se miraba diferente. Se miraba de otro modo. El había recibido lo que pidió.

Quique iba mirando el suelo del carro. Roberto y Samuel vieron que buscaba algo pero nadie tenia el aliento de preguntar ni querían saber. Por lo menos eso pensaba. Al fin Roberto pregunto.

-¿Que putas buscas?- Roberto toma su mirada del camino por un segundo. Después Quique se sienta recto con una sonrisa en su rostro. Y con su mano derecha levanta la botella de smirnoff que temprano habían comprado.

-¡Dame es mierda!- Samuel le quita la botella de la mano a Quique. Lo abre como que fuera la cura del cáncer. Samuel se empina la botella. Roberto extiende su mano y Samuel le da la botella y toma un trago. Quique termina el círculo. Roberto piensa en la mirada del hombre con el revolver. Toma una vez más la botella y se la empina. Dios se hace presente para todos. No solo en el escalón. La mirada del hombre le cruza la mente a Roberto una vez más. Una vez más se empina la botella y se la pasa a Samuel. Sonríe.